Después de realizar a sus papas la sesión de embarazo, estábamos deseando ver la carita de Leo.
Con 12 días, llego el día de realizar la sesión, pero Leo no quería colaborar mucho, aun así tirando de experiencia, calorcito y mucha mucha mucha paciencia, conseguimos hacer a Leo su sesión de recién nacido, un recuerdos precioso para sus papas, y sobre todo para él, cuando sea mayor y pueda ver lo pequeño que era.
Sus papas como muchos otros padres, al llevar unas horas viendo que la sesión era difícil de realizar, empiezan a preocuparse y a ponerse nerviosos, pero después es una recompensa ver lo guapo que esta Leo en sus fotos de recién nacido. El esfuerzo merece la pena. Aprovecho para agradecer su paciencia y colaboración en todo momento.